Dió el primer paso

Suena el pitazo final y el padre abraza a su hijo, quien por cierto aún no pudo ver a su equipo levantar esta copa pero su papá se encargó de contarle todo lo que esa franja significa en el certamen. Ese niño ya tiene en su recuerdo una final perdida, pero ambos se ilusionan. Saben que el camino todavía es largo y mientras eligen festejar.

FOTO:APF. Olimpia y el abrazo de gol.

Es Olimpia en modo Copa Libertadores, frente a un rival que en la ida no mostró demasiado y en la vuelta tampoco. Mejor escenario no podía tener el franjeado, un Defensores del Chaco repleto para meterse en el bolsillo la clasificación con un 2-0. 

Padre e hijo vibraron en el arranque del partido con las sucesivas chances de gol. Roque, Cuero y Mendieta se asomaban en ataque y dejaban el grito de gol atragantado. Se fue el primer tiempo y el marcador mostraba el crudo y frío 0-0. No había desesperación pero sí ansiedad.

Sánchez deleitó a la hinchada con su actuación participando en los dos goles. Habilitó a Otálvaro y éste metió el centro para que Néstor Camacho convirtiera el primer tanto del partido después de un rebote. 1-0 y tranquilidad relativa con mayor ambición.

Un tal Óscar "Chiquito" Giménez rozó el llanto de la emoción cuando convirtió el tanto del 2-0. Toda su vida y su carrera pasaron por su cabeza en unos segundos. Sus deseos de triunfar, las lesiones y contratiempos, el sufrimiento en busca de un club y la luz al final del túnel. No lo puede creer, mira al cielo y agradece, es feliz. La gente a su alrededor grita y sabe que ya está. 

El Decano dejó atrás a Montevideo Wanderers. Padre e hijo seguirán conversando de este partido en la semana y la historia de amor entre hinchas el club seguirá escribiéndose el jueves frente al Junior de Barranquilla.